3 imagen/es

CONMOCIÓN CHINA EN PILAR
Llegó el día tan esperado por varios, abrieron las puertas comerciales los chinos. Te contamos detalles de su llegada al pueblo y de cómo cambiaron ya algunas costumbres en Pilar y el país desde su arribo.

LOCALES 12 de febrero de 2020 Hoy Miércoles y quizás por unos largos días, todo el mundo en sus casas, en las veredas, en los grupos de whatsapp, habla de lo mismo: ABRIERON LOS CHINOS. Fotos de sus productos, viralización de sus ofertas, baja de precios en sus competidores y una dársena que explotó de vehículos en plaza Libertad, donde hasta hubo un agente vial comunal en una esquina próxima para prevenir inconvenientes con el tránsito.

Aclaramos que no hemos llegado a un acuerdo comercial por el momento para hacerles publicidad contínua, pero hicimos este informe para que los conozcas y aprendas un poco más sobre esta comunidad que acaba de desembarcar en nuestro pueblo. 
La llegada de un supermercado chino a Pilar venía golpeando puertas desde ya unos 7 u 8 años atrás.
En un momento, hasta hubo charlas desde la gestión comunal encabezada por Mario Schimpf con referentes asiáticos interesados en instalarse en la localidad comercialmente. Esto no había caído muy bien a supermercadistas o almaceneros locales y el ok comunal se dilató. 
Un par de años después, pasó algo similar con trabajadores de origen boliviano, especialistas en la venta textil y de gran auge en ciudades cercanas como Rafaela y Esperanza. Para ellos también hubo trabas, sobretodo exigidas por comerciantes locales. 

Pero del otro lado estaba la presión de los vecinos, de los que consumen y compran con su dinero y exigían que haya en el pueblo la posibilidad de elegir donde y a quién comprar. 
Ahí fue cuando ya no hubo decretos que prohibieran la llegada de comerciantes extranjeros, y tal como pasa en otras localidades como San Carlos, San jerónimo Norte, o San Vicente,  fue una familia de origen boliviano la que se instaló en una gran esquina céntrica que estuvo durante años en desuso, y abrió las puertas de una tienda de ropa y calzado para toda la familia. 
Hará 2 años, Pilar entero hablaba sobre la compra del ex bar de La Elsa (Bar BEssone) con casa incluída de parte de unos chinos, que vivían en San Vicente donde hace hoy unos 10 años que poseen otro supermercado. 

No fue para nada fácil para ellos llegar al día de hoy, el día de la apertura. 
Pasaron entre medio un par de arquitectos, hasta 3 diferentes estructuras de albañiles y un crimen de por medio, entre 2 hermanos que se desconocieron por un partido de play station, si! leyeron bien, un albañil de origen rosarino, apuñaló a sangre fría a su hermano por una pelea de videojuegos. 
También hubo un accidente de tránsito confuso de una camioneta Ranger en barrio norte conducida por uno de los jefes de obra que pasaron por este lugar donde residían en el piso, entre telas, chapas y anafes. 
El local comercial fue tomando forma sobre mediados de 2019, pudimos ingresar y ver lo amplio y confortable que es. Todo el mobiliario a estrenar, tanto heladeras exhibidoras, como estructuras de depósito, cartelería, línea de cajas, estanterías, todo nuevo. 
El dueño de este supermercado se hace llamar Juan, pero en realidad su nombre es chino y lo desconocemos. Si sabemos que su mujer se hace llamar Li y tienen un hijo varón de 13 años, que habla mejor que ellos español y que en marzo comenzaría el secundario, por lo que entendimos, en la escuela Técnica del Instituto San Martín.  Hay un adulto que los acompaña, no suele hablar mucho y se encarga del depósito y el clan completo depende de un argentino, oriundo de San Vicente, que actúa de asesor o traductor ante trámites o charlas con proveedores, clientes internos, etc. Este hombre se llama Omar y según nos confió, esta misma semana volvía a sus pagos para trabajar y colaborar en el otro local. 
Para este nueva sucursal, tomaron alrededor de 5 empleados locales: 1 en caja, 1 en reposición de mercadería, 1 en carnicería, 1 en fiambrería y 1 en verdulería. Dieron en consignación o alquiler el sector de carnicería (a un ex socio de Coprocer) y verdulería, ya que no quieren hacerse cargo de estos rubros y suelen delegarlos en todos los supermercados que abren en el país. 
Abrirán sus puertas los 7 días de la semana, no habrá domingos ni feriados a puertas cerradas y como muchos lo pudimos ver, ya antes de abrir han impulsado a otros comerciantes de Pilar a lanzar ofertas muy interesantes, inclusive algunas mucho más tentativas que las propias que este nuevo super lanzó en diferentes medios de comunicación. 
En cuanto a movida, no solo hubo en todos estos días y sobretodo hoy, mucha gente que acudió a este nuevo lugar para comprar, sino también los proveedores locales y de la región se hicieron presentes para hacer sus propios negocios con esta gente. 
En fín, desde INFO MERCURY deseamos una sana competencia entre todos y que esto termine beneficiando al pueblo en general, tanto para mejorar la oferta como la demanda de los productos que cualquier familia necesita. 

LA HISTORIA DE LOS SUPERMERCADOS CHINOS EN ARGENTINA
La mayoría de los chinos radicados en Argentina viene de Fujian, una provincia de la costa sureste de Asia que goza de una posición marítima estratégica. Sus puertos eran una parada obligada en la histórica ruta marítima de la seda.
A pesar de eso, los niveles de pobreza que existen hace que muchísimos de sus habitantes busquen una salida a nuevos puertos. Y los de Argentina son uno de los preferidos.
La familia inmigrante promedio está compuesta por una pareja joven, sus padres y un bebé. Este regresa a China a los 3 años para aprender las costumbres, mientras sus padres continúan con su trabajo en la Argentina. Santa Fe es la 2da provincia que mas inmigrantes chinos posee después de Buenos Aires y por encima de Córdoba, Entre Ríos y Mendoza.
En un principio, a mediados de la década del 90, los primeros en llegar buscaban generar acuerdos con supermercadistas locales que les alquilaban o vendían sus negocios funcionando o por quebrar. Desde hace unos 10 años hacia acá, eso cambió. Ahora ya buscan sus propios terrenos donde edifican sus propios edificios, algunos 100% nuevos, pero con los años no son de mantenerlos como corresponde y los mismos empiezan a deteriorarse. No hay tiempos para arreglar o reparar, solo para vender, esa es su filosofía. 



Suelen tener comunidades cerradas, entre familiares y amigos en la región. Entre ellos arman "pooles" de compra o financiación. Se prestan dinero mutuamente como lo hace la comunidad judía. Cuando uno de ellos compra un terreno o inmueble, suelen colocar un cartel en su idioma, en forma de marca personal, como diciendo: "de acá a 10 cuadras a la redonda no puede haber otro super chino, y eso se respeta a rajatabla. Lo han hecho en Pilar con  símbolos chinos impresos en hojas A4 que estuvieron pegados en las viejas vidrieras del antiguo bar que compraron. 
Un tema recurrente en las conversaciones es cómo hacen los supermercados chinos para lograr precios competitivos. Las primeras respuestas han surgido principalmente del imaginario popular, y de algunos lamentables ejemplos, que no constituyen la regla de este tipo de negocios. Desde sostener que reciben subsidios provenientes de China o que tienen exenciones impositivas, hasta pensar que apagan las heladeras por las noches, que se trata de mercadería de origen dudoso, de esta forma corren un sin fin de rumores.
Estos argumentos caen por su propio peso al momento de analizar un fenómeno de carácter masivo que ha llegado para quedarse.
Los supermercados chinos han implementado un modelo de negocios de bajo costo, conocido en la jerga como low cost , que focaliza su propuesta de valor en dos pilares básicos. El primero es la conveniencia, es decir tener lo que la gente necesita en el lugar y momento correcto. Esto lo logran eligiendo ubicaciones clave para sus locales, atendiendo en amplios horarios y contando con un surtido adecuado.
El segundo pilar es ofrecer precios competitivos, que no significa que necesariamente sean los más bajos del mercado. En realidad esto representa que el precio aplicado está más cerca del hipermercado que el de un tradicional almacén de barrio.

El modelo low cost está representado por la reducción al mínimo de los costos operativos, haciendo foco solamente en los factores críticos para los clientes que visitan este tipo de negocios, es decir conveniencia y precio competitivo. Esto implica asimismo eliminar todo aquello que para este tipo de clientes resulta superfluo.
La reducción de costos se logra mediante una serie de acciones simultáneas. Estos negocios prácticamente no invierten en publicidad y promoción; y si lo hacen es solamente por lanzamiento durante un par de meses. El abastecimiento lo resuelven principalmente mediante compras cooperativas. Esto permite sumar la demanda de otros supermercados del sector, y así obtener mejores precios y condiciones de los proveedores.
Evidentemente, una gran parte de los clientes se siente tentada por la propuesta oriental que ha ganado por derecho propio un creciente lugar en las compras de los argentinos y ahora de los pilarenses. Los precios de los supermercados chinos no son obra de la casualidad, ni pueden ser explicados mediante teorías conspirativas, en definitiva se trata de una estrategia de negocios low cost ejecutada con gran eficiencia.
Fuente http://infomercury.medios.com.ar/