El tiempo en Esperanza
Ayer fue tal vez el día más triste en mi vida. Como médico creí que sabía enfrentar a la muerte, pero la pérdida de mi hermano me superó y me llenó de la tristeza más profunda. Sé que no lo voy a ver nunca más, pero me quedan de él su sonrisa, su dón de buena persona, familiero, amigo de todos, buen papá,y por sobre todas las cosas su humildad y la capacidad de compartir lo poco que tenía con los que menos tienen. No tengo dudas de que estas en el cielo mirándonos y deseando que a todos se le cumplan sus sueños. El mío ya no se va a cumplir, tenerte siempre. Te voy a extrañar mucho, chau Juan y gracias por todo. Te quiero mucho!!! Marcelo.